Actualmente, los desguaces cumplen con ciertos criterios para asegurarse de que el producto que quieren poner a la venta está en perfectas condiciones, con el objetivo de proteger al consumidor. En especial, con los motores ocasion, que son piezas que poseen un alto valor en el mercado.

Los Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos (CATV) siguen un procedimiento riguroso que permite verificar el estado actual de un motor, previo a su inclusión en el inventario. De esta manera, tienen la seguridad de que el cliente podrá estar satisfecho con la inversión que haya realizado.

Ahora bien, por ser elementos tan delicados deben ser evaluados por manos expertas y, por lo general, deben realizar unproceso similar a esta descripción:

  • Antes de encender el vehículo, se evalúa el líquido anticongelante y los niveles de aceite, para saber la atención y el cuidado del motor.
  • Luego, hay que colocar la cantidad suficiente de ambas sustancias, hasta llenar el contenedor.
  • Posteriormente, se pone en marcha el auto durante unos minutos y se analiza la situación de varias partes (nivel de compresión, sistema de refrigeración, presencia de ruido en la parte inferior y superior del motor, estado de la junta de la culata, pérdidas y consumo de aceite o agua).
  • Tras este estudio, se llevan al proceso de descontaminación, donde se lleva a cabo la extracción de los líquidos y se recicla.
  • Inmediatamente, se desmontan para el lavado y empacado, se identifican y se clasifican.

Cada empresa realiza este trabajo bajo sus propias metodologías y con las herramientas que tengan. No obstante, son pasos que ayudan a confirmar la funcionalidad de este repuesto, para que no generen daños colaterales en otras partes del auto.

Al comprar un motor de ocasión, trata de hallar un desguace que esté dispuesto a demostrarte la calidad de sus ofertas y a darte todas las garantías que te mereces.

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