Ese raro trastorno psicológico, se presenta principalmente en las mujeres, se genera cuando estas desean de manera impetuosa estar embarazadas, y presentan síntomas iguales a los que se dan durante la gestación, pero sin estar en estado. A este se le denomina pseudociesis y es tratado por psicólogos Bilbao altamente capacitados.
La ansiedad de tener un hijo crea tensión para todas las mujeres y si no lo consiguen, la presión y las hormonas fluctúan, lo que trae como consecuencia alteraciones en el estado psicológico que distorsionan la realidad. La parte más poderosa del cuerpo es el cerebro, ya que este determina el comportamiento y es capaz de enviar señales equivocadas, tan solo por obtener un efecto placebo.
El embarazo mental forma parte de los trastornos somatomorfos que están asociados a cualquier necesidad emocional oculta, son muy comunes en aquellas personas que tienen alguna dificultad para expresar sus emociones e identificar cuáles son sus sentimientos. Quienes sufren de este desorden emocional, tienden a manifestar todos los síntomas propios de un embarazo real, tales como, náuseas, hinchazón, hasta dolores de parto.
Las terapias deben aplicarse para remediar las dificultades de la falta de expresión, hablar de los conflictos y la incapacidad de aceptar el impedimento de ser madre. La presión social que embarga a las pacientes, cuando ven a su alrededor a familiares y amigos que tienen sus hijos, inicia el juego hormonal, la prolactina y la progesterona se elevan y crean la estimulación de la lacto génesis y el mantenimiento del cuerpo lúteo.
Quienes padecen de este problema no son responsables directos del mismo, muchas veces la necesidad de embarazarse coloca al subconsciente en estado de alerta y se genera entonces la variación hormonal. En muchos casos los hombres presentan también, algunos síntomas cuando tienen a su pareja gestando, la necesidad de protección y la proyección de lo que está ocurriendo, alteran el cerebro masculino.
Para estos casos los psicólogos aplican terapias adaptadas a los factores que afectan al paciente, elevando la confianza y disminuyendo la presión, tanto externa como la que se ejerce el propio individuo. Quienes atraviesan esta situación deben consultar con un experto las alternativas para superar completamente el problema.