El dentista Leganés es tu mejor amigo y decimos esto porque es uno de los mejores recuerdos infantiles que uno tiene de la época en el colegio. En todas las guarderías y en la primera etapa de la educación inculcan buenos hábitos de aseo bucal con canciones, representaciones teatrales, charlas y otros recursos más.

Parece mentira, pero esas canciones y anécdotas nunca se olvidan. Están entre los mejores momentos del colegio, sin embargo, aprender todo eso siempre estaban acompañados de un compañero ineludible: el dentista.

Y es que aparecía con bata blanca, preciosa sonrisa y curiosos potecitos con cepillitos de múltiples colores que te regalaba. Te daba una pequeña charla de por qué no cepillarse o abusar de los dulces es malo y mostraba dientes gigantes que se desarmaban mostrándote las caries, las piedras, así como una explicación del uso adecuado del cepillo y el hilo dental.

¿Quién no recuerda esas charlas? Sin ellas no hubiésemos aprendido el adecuado cepillado, la cantidad de veces que debemos hacerlo, qué comer o qué evitar para cuidar nuestros dientes y muchos otros consejos.

Y es que la escuela es un legado de recuerdos infinitos en nuestra memoria, y en ellos definitivamente se encuentra aquel dentista que te enseñaba a mantener tu sonrisa, revisaba tus encías y se aseguraba de que los dientes estaban creciendo adecuadamente y formándose correctamente a medida que crecías.

Pero ahora de adultos, es necesario que tengamos muy claro la visita a ese médico dental formado especialmente para el cuidado de la dentadura.

Esto mismo que hemos vivido les pasa a nuestros hijos, y ellos tendrán iguales recuerdos de la infancia con respecto al odontólogo. Si no lo hubiésemos conocido difícilmente contáramos con una dentadura decente.

Por esto, habla a tu hijo de la buena experiencia que tuviste con el médico dental, a la larga le ayudarás a tener la misma sonrisa que tienes, una dentadura bien cuidada, bonita y absolutamente sana.  Enséñale a no olvidar los consejos dados.

Insiste a tu hijo que el dentista es su mejor amigo y con el tiempo agradecerá su participación en el adecuado desarrollo de sus dientecitos.

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