Una de las mayores preocupaciones de todo empresario, es si será objeto de una estafa y tendrá que pagar precios web que superan por mucho los estándares y además, recibir a cambio una página que no cubra sus expectativas.
El mayor problema, es que no existe un baremo o referencia que nos permita saber cuándo el precio que se nos ofrece es sospechosamente económico o extremadamente excesivo y si a esto le añadimos la ignorancia que la mayoría posee en el tema, el resultado es una lista interminable de empresas que abusan de la buena fe de sus clientes.
Pero no estamos indefensos en este campo, existen recursos como los foros que son de gran utilidad; algunos los han olvidado y opinan que ya no tienen nada que aportar, no obstante, en la actualidad siguen siendo altamente efectivos para interactuar con personas con las mismas dudas que nosotros, que hayan contratado a una determinada empresa o sepan por experiencia propia de algún caso de estafa.
De igual forma, dedica tiempo a evaluar la página web del proveedor, puesto que en ellas se encuentran las respuestas a muchas de tus dudas. En este sentido, si es compleja, carece de valor estético y se te hace difícil navegar en ella, difícilmente harán algo mejor por ti. Esta primera impresión debería ser suficiente para optar por otra alternativa.
La ingenuidad cuesta caro
En el caso de una página web, para el cliente no siempre es relevante lo caro que pueda valorarse el diseño, dado que se trata de un esfuerzo por iniciar un nuevo camino, buscar la independencia económica y en parte, alcanzar la realización personal. Pero precisamente por el tipo de intereses que están en juego, es que resulta imperativo actuar con prudencia.
Sin embargo, la ingenuidad con la que muchos actúan frente a lo desconocido, los expone a la acción de quienes prometen planes u ofertas a un precio muy atractivo sin prestar un servicio de calidad.
Este riesgo existe también en el caso contrario, debido a que la mayoría se inclina por buscar a los diseñadores que cobran más por sus servicios, suponiendo que esto obedece a su larga trayectoria y calidad de su trabajo.
Y aunque este es un mejor criterio de selección, la suposición siempre será un gran error; así como hacemos con el médico o psicólogo que nos tratará o quien realice para nosotros una tirada de tarot completa, con los profesionales web también es oportuno indagar su reputación antes de contratarle.
Lo anterior, no es una exhortación a caer en una completa desconfianza hacia todos ellos, sino a procurar administrar adecuadamente nuestro dinero, a fin de tener la certeza de que nuestra inversión servirá para alcanzar el objetivo trazado.