Las manos son la zona del cuerpo más expuesta a sufrir sequedad o daños como consecuencia de los productos de limpieza empleados en el hogar o el trabajo así como por las condiciones climáticas. Desde pequeña mi madre siempre me dejo claro que cuidar las manos con crema era algo importante para poder mantener unas manos saludables y con un aspecto agradable y suave.
Pero hay que indicar que no sirve cualquier crema de manos, ya que es clave que la crema cumpla con una serie de requisitos para poder garantizar los efectos deseados. Después de haber probado infinidad de cremas desde que era niña, sin lugar a dudas he llegado a la conclusión que es vital que una buena crema de manos permita hidratar las primeras capas de la piel y protegerla eficazmente de manera duradera.
De tal modo que resulta fundamental que una crema de manos cuente con tres requisitos básicos: que sea una crema nutritiva, una crema calmante y una crema regeneradora, es decir, tres cremas en una. Además, es importante que permita ser aplicada tantas veces como sea necesario hasta conseguir sanar la piel y aportarle la hidratación protección necesaria. Mi recomendación es lavar previamente las manos a aplicar la crema de manos, ya de este modo se eliminará la posible suciedad que repose en nuestras manos y posteriormente aplicar la crema.
Desde hace ya algún tiempo encontré la mejor alternativa para el cuidado de mis manos, ya que encontré la marca desmocosmetica Rêve y me decidí a probar su crema de manos. La crema de manos Rêve está elaborada con aceite de rosa mosqueta, ideal para manos agrietadas, dañadas o resecas, que consigue reparar en profundidad las manos y actúa como un potente regenerador celular, devolviendo la elasticidad a la piel. Rêve se ha convertido en mi marca de confianza.